foto de heloma plantar

Heloma Plantar: Causas, Síntomas y Tratamiento Efectivo

El heloma plantar, comúnmente conocido como «ojo de gallo» en la planta del pie, es una lesión dolorosa que afecta a un significativo porcentaje de la población.

Se trata de un engrosamiento localizado de la piel que se desarrolla como respuesta a la presión o fricción continua en un punto específico de la planta del pie.

A diferencia de otras lesiones similares, el heloma plantar se caracteriza por tener un núcleo central profundo que puede llegar hasta el tejido subcutáneo, lo que explica el intenso dolor que produce al caminar.

Según estudios recientes, esta afección afecta aproximadamente al 15% de la población adulta, siendo más común en mujeres y personas mayores de 50 años.

Tipos de Helomas

El heloma plantar representa la variante más frecuente, localizándose específicamente en la planta del pie. Se desarrolla principalmente en las zonas sometidas a mayor presión durante la marcha, como las cabezas metatarsales, la zona del talón o la base del primer dedo.

Este tipo de heloma se caracteriza por presentar un núcleo central profundo y suele provocar un dolor intenso y punzante, especialmente durante la pisada.

Por otro lado, encontramos el heloma dorsal, que aparece en la parte superior del pie. Su desarrollo está íntimamente relacionado con el roce continuo del calzado o con la presencia de deformidades óseas subyacentes.

A diferencia del plantar, este tipo suele ser más superficial, aunque no menos molesto, ya que el roce constante con el calzado puede provocar una irritación significativa.

Entre los dedos podemos encontrar el heloma molle o heloma blando, que presenta características muy particulares debido a su localización. La humedad constante entre los dedos hace que este tipo de heloma adquiera una consistencia más blanda y un color blanquecino característico.

Es especialmente común entre el cuarto y quinto dedo, y aunque puede parecer menos agresivo, su tendencia a la maceración puede provocar complicaciones si no se trata adecuadamente.

heloma plantar en pie izquierdo

El heloma profundo merece una mención especial por ser el que genera mayor sintomatología dolorosa. Se caracteriza por penetrar significativamente en el tejido, pudiendo llegar hasta capas profundas de la dermis.

Este tipo de heloma suele requerir intervención profesional, ya que los tratamientos domésticos raramente resultan efectivos debido a su profundidad.

El diagnóstico preciso del tipo de heloma es fundamental para establecer el tratamiento más adecuado. Mientras que algunos pueden responder bien a tratamientos conservadores, otros, especialmente los profundos, pueden requerir intervenciones más específicas.

Por ello, ante la aparición de cualquier tipo de heloma, es recomendable la valoración por un podólogo que pueda determinar el tipo exacto y el tratamiento más apropiado.

Identificación Visual y Síntomas del Heloma Plantar

El heloma plantar presenta características visuales y sintomáticas muy específicas que ayudan a su identificación. Para facilitar un diagnóstico preciso, es fundamental conocer tanto su apariencia como los síntomas asociados.

Características Visuales y Síntomas Asociados

El signo más distintivo del heloma plantar es la aparición de un punto blanquecino o grisáceo en la planta del pie, que suele estar rodeado por un área de piel engrosada y endurecida. Esta lesión puede presentarse de diferentes formas:

  • Fase inicial: Aparece como una pequeña zona de piel engrosada, similar a un callo común, pero con un punto central más definido.
  • Fase desarrollada: Se observa claramente un núcleo blanquecino rodeado de un anillo de hiperqueratosis (piel engrosada).
  • Fase avanzada: El centro puede adquirir un tono más oscuro y la lesión se vuelve más profunda.

Localizaciones Más Frecuentes

Los helomas plantares tienden a aparecer en zonas específicas:

  • Bajo las cabezas metatarsales (especialmente la primera y la quinta)
  • En el talón
  • En la zona de apoyo del dedo gordo

Diagnóstico Diferencial: ¿Callo, Ojo de Gallo o Papiloma?

La correcta identificación de las lesiones que aparecen en nuestros pies es fundamental para su tratamiento adecuado. Aunque el ojo de gallo (heloma), el papiloma y el callo común pueden parecer similares a primera vista, son afecciones completamente diferentes en su origen, desarrollo y tratamiento.

El Ojo de Gallo o Heloma

El ojo de gallo aparece como respuesta natural del cuerpo ante una presión continuada en un punto específico del pie. Se distingue fácilmente por presentar un núcleo central blanquecino bien definido, rodeado por un área de piel engrosada.

Lo que hace único al ojo de gallo es su capacidad para profundizar en el tejido, provocando un dolor característico, como si tuviéramos una pequeña piedra clavada al caminar.

El Papiloma Plantar

A diferencia del ojo de gallo, el papiloma tiene un origen viral, causado específicamente por el Virus del Papiloma Humano (VPH).

Su apariencia es bastante distintiva: presenta una superficie irregular que recuerda a una pequeña coliflor, con pequeños puntos negros visibles que corresponden a capilares sanguíneos.

Una característica fundamental del papiloma es su naturaleza contagiosa, pudiendo multiplicarse y aparecer en cualquier zona del pie, no necesariamente en puntos de presión.

El Callo Común

El callo representa la forma más básica de protección de nuestra piel ante la fricción continuada. A diferencia del ojo de gallo, no presenta un núcleo central definido, sino que se manifiesta como un área difusa de piel engrosada, generalmente de color amarillento o similar al tono natural de la piel.

El dolor que produce es más generalizado y menos intenso que el del ojo de gallo.

foto de heloma plantar

Características Distintivas

El ojo de gallo se caracteriza por su núcleo central blanquecino bien definido y un dolor punzante muy localizado, como si tuviéramos una piedra clavada al caminar. Aparece específicamente en zonas de presión y puede profundizar en el tejido, causando un dolor intenso y preciso.

Por su parte, el papiloma presenta una superficie irregular similar a una coliflor, con pequeños puntos negros visibles (capilares sanguíneos). A diferencia del ojo de gallo, puede aparecer en cualquier zona del pie y tiene la particularidad de ser contagioso.

El dolor es más notable al pellizcar los bordes de la lesión.

El callo común se distingue por ser una zona difusa de piel engrosada, sin un núcleo central definido.

Suele ser más extenso pero superficial, causando una molestia general menos intensa que el ojo de gallo. Su color tiende a ser amarillento o similar al de la piel circundante.

La prevención del heloma plantar se centra principalmente en el cuidado diario de nuestros pies y la elección adecuada del calzado.

Un zapato cómodo, con suficiente espacio en la puntera y una distribución equilibrada del peso, junto con una hidratación regular de la piel y el uso de calcetines transpirables, constituyen la primera línea de defensa contra esta afección.

Para personas propensas a desarrollar helomas, el uso de plantillas personalizadas puede ser fundamental para redistribuir las presiones durante la marcha.

Es crucial acudir a podólogos en Málaga ante señales de alarma como dolor intenso que limite la actividad diaria, cambios en el color o tamaño del heloma, signos de infección, o cuando la lesión sangra o supura.

Los grupos de riesgo, como pacientes diabéticos, personas con problemas circulatorios, deportistas y adultos mayores, deben ser especialmente vigilantes y mantener revisiones regulares con su podólogo.

El profesional de la podología no solo tratará la lesión existente, sino que realizará una valoración integral que incluye el estudio de la biomecánica del pie y el análisis del calzado habitual, proporcionando un plan de prevención personalizado.

Es importante recordar que la automedicación o el uso de remedios caseros sin supervisión profesional puede agravar la lesión o enmascarar problemas más serios, por lo que la prevención y el diagnóstico temprano son fundamentales para mantener la salud de nuestros pies.

Director en Clínica Podiafys | Web | + posts

Diplomando en Podología por la Universidad de Málaga en la Promoción 2007/2010, con postgrado en Ortopodología Clínica por la Universidad de Barcelona. Colegiado 1112 por el Ilustre Colegio de Podólogos de Andalucía.

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