La forma en que pisamos el suelo puede tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. La pisada es el patrón de movimiento que sigue el pie al tocar el suelo, y existen diferentes tipos de pisada que pueden influir en la forma en que nos movemos y en la salud de nuestros pies, tobillos y piernas.
Contenidos
¿Qué es la pisada?
La pisada es el resultado de la interacción entre el pie y el suelo. Cuando caminamos o corremos, el pie se mueve en un patrón de movimiento que involucra la flexión y la extensión de los dedos, el talón y el arco del pie. La pisada puede ser influenciada por factores como la anatomía del pie, la forma en que nos vestimos y la superficie sobre la que caminamos.
¿Qué significa que la pisada sea pronadora o supinadora?
La pisada pronadora y la pisada supinadora son dos patrones de movimiento del pie que pueden afectar la forma en que nos movemos y la salud de nuestros pies, tobillos y piernas. A continuación, se explican en detalle qué significa que la pisada sea pronadora o supinadora.
Pisada pronadora
La pisada pronadora se caracteriza por una excesiva flexión del arco del pie y una rotación interna del talón. Esto significa que cuando el pie toca el suelo, el arco del pie se flexiona hacia abajo y hacia adentro, y el talón se desplace hacia adentro. Esto puede causar que el pie se desplace hacia adentro, lo que puede generar problemas en la rodilla y la cadera.
Algunos de los signos y síntomas de una pisada pronadora incluyen:
- El arco del pie se flexiona hacia abajo y hacia adentro
- El talón se desplace hacia adentro
- El pie se desplace hacia adentro
- Dolor en la parte interna del pie, la rodilla y la cadera
- Problemas de equilibrio y coordinación
Pisada supinadora
La pisada supinadora se caracteriza por una falta de flexión del arco del pie y una rotación externa del talón. Esto significa que cuando el pie toca el suelo, el arco del pie no se flexiona lo suficiente y el talón se desplace hacia afuera. Esto puede causar que el pie se desplace hacia afuera, lo que puede generar problemas en la parte externa del pie y la rodilla.
Algunos de los signos y síntomas de una pisada supinadora incluyen:
- El arco del pie no se flexiona lo suficiente
- El talón se desplace hacia afuera
- El pie se desplace hacia afuera
- Dolor en la parte externa del pie, la rodilla y la cadera
- Problemas de equilibrio y coordinación
¿Por qué es importante conocer la forma de tu pisada?
Conocer la forma de tu pisada es importante por varias razones. A continuación, se presentan algunas de las razones más significativas:
7 razones por las que es importante conocer la forma de tu pisada
Prevención de lesiones: Una pisada incorrecta puede generar problemas en las articulaciones y los músculos, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones. Al conocer la forma de tu pisada, puedes tomar medidas para prevenir lesiones y problemas de salud relacionados con la pisada.
Mejora del rendimiento deportivo: La forma de tu pisada puede afectar tu rendimiento deportivo. Una pisada incorrecta puede generar problemas de equilibrio y coordinación, lo que puede afectar tu capacidad para realizar actividades físicas. Al conocer la forma de tu pisada, puedes mejorar tu técnica y aumentar tu rendimiento deportivo.
Selección del calzado adecuado: La forma de tu pisada puede influir en la selección del calzado adecuado. Un calzado que no se adapte a la forma de tu pisada puede generar problemas de salud y lesiones. Al conocer la forma de tu pisada, puedes seleccionar el calzado adecuado para tus necesidades.
Mejora de la postura y la alineación: La forma de tu pisada puede afectar tu postura y alineación. Una pisada incorrecta puede generar problemas de postura y alineación, lo que puede afectar tu salud y bienestar. Al conocer la forma de tu pisada, puedes mejorar tu postura y alineación.
Reducción del dolor y la inflamación: Una pisada incorrecta puede generar dolor y inflamación en las articulaciones y los músculos. Al conocer la forma de tu pisada, puedes tomar medidas para reducir el dolor y la inflamación y mejorar tu salud y bienestar.
Mejora de la eficiencia y la economía del movimiento: La forma de tu pisada puede afectar la eficiencia y la economía del movimiento. Una pisada incorrecta puede generar problemas de equilibrio y coordinación, lo que puede afectar tu capacidad para realizar actividades físicas de manera eficiente. Al conocer la forma de tu pisada, puedes mejorar la eficiencia y la economía del movimiento.
Prevención de problemas de salud a largo plazo: Una pisada incorrecta puede generar problemas de salud a largo plazo, como la osteoartritis y la tendinitis. Al conocer la forma de tu pisada, puedes tomar medidas para prevenir estos problemas y mejorar tu salud y bienestar a largo plazo.
¿Cómo averiguo el tipo de mi pisada?
Existen varias formas de determinar el tipo de pisada que tienes. A continuación, se presentan algunas de las formas más comunes:
1. Prueba del papel mojado
La prueba del papel mojado es una forma sencilla y efectiva de determinar el tipo de pisada que tienes. Para realizar esta prueba, sigue los siguientes pasos:
- Moja tus pies en un recipiente con agua.
- Camina sobre una superficie plana y seca, como un papel o una alfombra.
- Observa la huella que dejas en el suelo.
Si la huella muestra una gran cantidad de superficie en contacto con el suelo, es probable que tengas una pisada pronadora. Si la huella muestra una pequeña cantidad de superficie en contacto con el suelo, es probable que tengas una pisada supinadora.
2. Observa tus zapatos
La forma en que se desgastan tus zapatos también puede indicar el tipo de pisada que tienes. Si tus zapatos se desgastan más en la parte interna, es probable que tengas una pisada pronadora. Si tus zapatos se desgastan más en la parte externa, es probable que tengas una pisada supinadora.
3. Realiza un análisis visual
Puedes realizar un análisis visual de tu pisada observando cómo se mueven tus pies y tobillos al caminar. Si notas que tus pies se desplazan hacia adentro o hacia afuera, es probable que tengas una pisada pronadora o supinadora.
Es importante mencionar que estas pruebas no son definitivas y que lo ideal es realizar un estudio de la pisada con un profesional de la salud, que pueda proporcionar un diagnóstico más preciso y recomendaciones personalizadas para mejorar tu salud y bienestar. Un estudio de la pisada puede incluir pruebas como la medición de la presión y la distribución del peso en tus pies, así como un análisis de la forma en que se mueven tus pies y tobillos.
Consejos para runners con una pisada pronadora
- Elige zapatillas con buen soporte en el arco y control de movimiento: Busca modelos específicamente diseñados para corredores pronadores, que ofrezcan mayor estabilidad y eviten el exceso de rotación interna.
- Realiza ejercicios de fortalecimiento de pies y tobillos: Trabajar la fuerza de los músculos intrínsecos del pie y los tobillos te ayudará a mejorar la estabilidad. Algunos ejemplos son los ejercicios de puntillas, los levantamientos de talón y los movimientos de pies con bandas elásticas.
- Estira regularmente los músculos de las pantorrillas y los pies: La flexibilidad es clave para evitar la tensión excesiva en estos músculos, que puede agravar la pronación. Dedica unos minutos al día a estirar suavemente las pantorrillas y los pies.
- Considera usar plantillas ortopédicas: En casos de pronación más severa, las plantillas ortopédicas pueden brindar un soporte adicional y ayudar a corregir la pisada. Consulta con un especialista para obtener una recomendación personalizada.
- Incrementa gradualmente la distancia y la intensidad: Para evitar sobrecargar las estructuras del pie, aumenta poco a poco el volumen y la intensidad de tus entrenamientos. Dale tiempo a tu cuerpo para adaptarse a las nuevas exigencias.
Consejos para runners con una pisada supinadora
- Opta por zapatillas con buena amortiguación y flexibilidad: Los corredores supinadores necesitan zapatillas que absorban bien el impacto y permitan un movimiento más natural del pie. Evita los modelos excesivamente rígidos o con demasiado control de movimiento.
- Realiza ejercicios de fortalecimiento de los músculos intrínsecos del pie: Al igual que los pronadores, los supinadores se benefician de fortalecer los músculos del pie. Puedes hacer ejercicios como recoger objetos pequeños con los dedos de los pies o usar bandas elásticas para crear resistencia.
- Trabaja en mejorar la movilidad de los tobillos y las caderas: Una buena movilidad en estas articulaciones puede ayudar a contrarrestar la supinación. Incorpora ejercicios de movilidad y estiramiento en tu rutina diaria.
- Alterna entre diferentes superficies de entrenamiento: Correr siempre en la misma superficie puede agravar la supinación. Varía entre asfalto, tierra, césped y otras superficies para estimular diferentes músculos y adaptaciones en el pie.
- Mantén una buena postura al correr: Una postura erguida y alineada puede minimizar la supinación. Evita inclinarte hacia los lados y mantén el tronco recto y los hombros relajados.
Una de las recomendaciones para todos los corredores y para todas las personas en general, independientemente de su tipo de pisada, es acudir a nuestra clínica podológica en Málaga, donde podrás visitar a nuestro podólogo con cierta regularidad. Un podólogo especializado en la salud del pie puede realizar una evaluación exhaustiva, identificar posibles problemas y ofrecerte soluciones personalizadas. Estas visitas regulares te ayudarán a mantener tus pies en óptimas condiciones, prevenir lesiones y mejorar tu rendimiento general y bienestar.
Diplomando en Podología por la Universidad de Málaga en la Promoción 2007/2010, con postgrado en Ortopodología Clínica por la Universidad de Barcelona. Colegiado 1112 por el Ilustre Colegio de Podólogos de Andalucía.